Gruta de
Massabielle
La Gruta de
Massabielle en la actualidad.
La roca en que se
encuentra la Gruta se llama Massabielle, que significa peña vieja. En
este bloque de 27 metros de altura, la Gruta mide 3,80 metros de alta,
9,50 de fondo y 9,85 de ancha. La gruta está formada por tres cavidades
desiguales. La más grande se ha convertido en el lugar de celebración de
la misa. A media altura, un poco a la derecha, se encuentra un nicho
ojival de 2 metros de altura. Allí se apareció la Santísima Virgen a una
muchacha llamada Bernardita Soubirous, 18 veces, entre el 11 de febrero
y el 16 de julio de 1858.
La imagen, de 1,88 metros de altura, representa la Aparición en la
actitud que tenía cuando dijo: "Yo soy la Inmaculada Concepción". Fue
instalada en ese nicho el 4 de abril de 1864. Y fue realizada por Joseph Fabisch, profesor de la escuela de Bellas Artes de Lyón.
En el suelo, a la izquierda delante de la Gruta, está señalado por una
placa el sitio exacto donde
se encontraba Bernardita: "aquí rezaba Bernardita el 11 de febrero de
1858". Al fondo de la Gruta, a la izquierda
del altar, se puede ver la
fuente
que descubrió Bernardita siguiendo las indicaciones del Virgen, el 25 de
febrero de 1858. Detrás del altar, se encuentra una urna donde cada uno
puede depositar sus intenciones de oración. Delante del altar, una placa
recuerda la visita del papa Juan Pablo II, el 15 de agosto de 1983.

Ya en tiempos de las apariciones se contaron hasta 10.000 personas
reunidas ante la Gruta. Actualmente, la Gruta es uno de los lugares más
visitados del mundo, con unos seis millones los peregrinos y visitantes
que acuden cada año a rezar ante la Gruta de Massabielle.
Entre 1858 y 1900, fue desviado por dos veces el cauce del Gave en una
longitud de 350 metros y una
anchura de cerca de 28 metros. El canal (que había cruzado Bernardita) y
el arroyo de "Merlasse" fueron desviados más arriba y se cegó su antiguo
cauce. De esta manera, delante de la Gruta hay espacio suficiente para
dar cabida a varios millares de peregrinos.
Los peregrinos hacen
cola pacientemente para entrar en la Gruta. Una vez llegados a ese lugar
santo, rezan, se recogen ante el manantial, tocan la roca de la Gruta,
para expresar su agradecimiento a María y su confianza en Dios. “El
Señor es mi roca, mi fortaleza, mi libertador”. (Salmo 17)
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