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San José esposo de María


 

 

ESPOSO DE MARÍA Y A QUIÉN JESÚS LLAMABA "PADRE" - FIESTA: 19 de marzo                           Modelo de padre y esposo, patrón de la Iglesia universal, de los trabajadores, de infinidad de comunidades religiosas y de la buena muerte.


 

 

Evangelio: Mt 1, 16.18-21.24a

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús llamado Cristo.
La generación de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba desposada con José, y antes de que conviviesen se encontró con que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería exponerla a infamia, pensó repudiarla en secreto. Consideraba él estas cosas, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
—José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que en ella ha sido concebido es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Al despertarse, José hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado.

"José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo que en ella ha sido concebido es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados."

"Al despertarse José hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su esposa. Y, sin que la hubiera conocido, dio ella a luz un hijo; y le puso por nombre Jesús."

"Un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y estate allí hasta que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo. El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y huyó a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes."


 

 

A San José Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia. Es por eso el santo que más cerca esta de Jesús y de la Stma. Virgen María.

Nuestro Señor fue llamado "hijo de José" (Juan 1:45; 6:42; Lucas 4:22) el carpintero (Mateo 12:55).

No era padre natural de Jesús (quién fue engendrado en el vientre virginal de la Stma. Virgen María por obra del Espíritu Santo y es Hijo de Dios), pero José lo adoptó y Jesús se sometió a el como un buen hijo ante su padre. ¡Cuánto influenció José en el desarrollo humano del niño Jesús! ¡Qué perfecta unión existió en su ejemplar matrimonio con María!

San José es llamado el "Santo del silencio" No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue "santo" desde antes de los desposorios. Un "escogido" de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.

Las principales fuentes de información sobre la vida de San José son los primeros capítulos del evangelio de Mateo y de Lucas. Son al mismo tiempo las únicas fuentes seguras por ser parte de la Revelación. 

San Mateo (1:16) llama a San José el hijo de Jacob; según San Lucas (3:23), su padre era Heli.  Probablemente nació en Belén, la ciudad de David del que era descendiente. Pero al comienzo de la historia de los Evangelios (poco antes de la Anunciación), San José vivía en Nazaret.

Según San Mateo 13:55 y Marcos 6:3, San José era un "tekton". La palabra significa en particular que era carpintero. San Justino lo confirma (Dial. cum Tryph., lxxxviii, en P. G., VI, 688), y la tradición ha aceptado esta interpretación.

Si el matrimonio de San José con La Stma. Virgen ocurrió antes o después de la Encarnación aun es discutido por los exegetas. La mayoría de los comentadores, siguiendo a Santo Tomás, opinan que en la Anunciación, la Virgen María estaba solo prometida a José.  Santo Tomás observa que esta interpretación encaja mejor con los datos bíblicos.

Los hombres por lo general se casaban muy jóvenes y San José tendría quizás de 18 a 20 años de edad cuando se desposó con María. Era un joven justo, casto, honesto, humilde carpintero...ejemplo para todos nosotros.

La literatura apócrifa, (especialmente el "Evangelio de Santiago", el "Pseudo Mateo" y el "Evangelio de la Natividad de la Virgen María", "La Historia de San José el Carpintero", y la "Vida de la Virgen y la Muerte de San José) provee muchos detalles pero estos libros no están dentro del canon de las Sagradas Escrituras y no son confiables.

Amor virginal. Algunos libros apócrifos cuentan que San José era un viudo de noventa años de edad cuando se casó con la Stma. Virgen María quien tendría entre 12 a 14 años. Estas historias no tienen validez y San Jerónimo las llama "sueños". Sin embargo han dado pie a muchas representaciones artísticas. La razón de pretender un San José tan mayor quizás responde a la dificultad de una relación virginal entre dos jóvenes esposos. Esta dificultad responde a la naturaleza caída, pero se vence con la gracia de Dios. Ambos recibieron extraordinarias gracias a las que siempre supieron corresponder. En la relación esposal de San José y la Virgen María tenemos un ejemplo para todo matrimonio.  Nos enseña que el fundamento de la unión conyugal está en la comunión de corazones en el amor divino. Para los esposos, la unión de cuerpos debe ser una expresión de ese amor y por ende un don de Dios.  San José y María Santísima, sin embargo, permanecieron vírgenes por razón de su privilegiada misión en relación a Jesús.  La virginidad, como donación total a Dios, nunca es una carencia; abre las puertas para comunicar el amor divino en la forma mas pura y sublime. Dios habitaba siempre en aquellos corazones puros y ellos compartían entre sí los frutos del amor que recibían de Dios.

El matrimonio fue auténtico, pero al mismo tiempo, según San Agustín y otros, los esposos tenían la intención de permanecer en el estado virginal. (cf.St. Aug., "De cons. Evang.", II, i in P.L. XXXIV, 1071-72; "Cont. Julian.", V, xii, 45 in P.L.. XLIV, 810; St. Thomas, III:28; III:29:2).

Pronto la fe de San José fue probada con el misterioso embarazo de María. No conociendo el misterio de la Encarnación y no queriendo exponerla al repudio y su posible condena a lapidación, pensaba retirarse cuando el ángel del Señor se le apareció en sueño:

"Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Despertado José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer." (Mat. 1:19-20, 24).

Unos meses mas tarde, llegó el momento para S. José y  María de partir hacia Belén para apadrinarse según el decreto de Cesar Augustus. Esto vino en muy difícil momento ya que ella estaba en cinta. (cf. Lucas 2:1-7).

En Belén tuvo que sufrir con La Virgen la carencia de albergue hasta tener que tomar refugio en un establo. Allí nació el hijo de la Virgen. El atendía a los dos como si fuese el verdadero padre. Cual sería su estado de admiración a la llegada de los pastores, los ángeles y mas tarde los magos de Oriente. Referente a la Presentación de Jesús en el Templo, San Lucas nos dice: "Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él".(Lucas 2:33).

Después de la visita de los magos de Oriente, Herodes el tirano, lleno de envidia y obsesionado con su poder, quiso matar al niño. San José escuchó el mensaje de Dios transmitido por un ángel: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Mateo 2:13.  San José obedeció y tomo responsabilidad por la familia que Dios le había confiado.

San José tuvo que vivir unos años con la Virgen y el Niño en el exilio de Egipto.   Esto representaba dificultades muy grandes: la Sagrada familia, siendo extranjera, no hablaba el idioma, no tenían el apoyo de familiares o amigos, serían víctimas de prejuicios, dificultades para encontrar empleo y la consecuente pobreza. San José aceptó todo eso por amor sin exigir nada. 

Una vez mas por medio del ángel del Señor, supo de la muerte de Herodes: "«Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.»  El se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel.  Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea". Mateo 2:22.

Fue así que la Sagrada Familia regresó a Nazaret. Desde entonces el único evento que conocemos relacionado con San José es la "pérdida" de Jesús al regreso de la anual peregrinación a Jerusalén (cf. Lucas 2, 42-51).  San José y la Virgen lo buscaban por tres angustiosos días hasta encontrarlo en el Templo.  Dios quiso que este santo varón nos diera ejemplo de humildad en la vida escondida de su sagrada familia y su taller de carpintería.

Lo mas probable es que San José haya muerto antes del comienzo de la vida pública de Jesús ya que no estaba presente en las bodas de Canaá ni se habla mas de él. De estar vivo, San José hubiese estado sin duda al pie de la Cruz con María. La entrega que hace Jesús de su Madre a San Juan da también a entender que ya San José estaba muerto.

Según San Epifanius, San José murió en sus 90 años y la Venerable Bede dice que fue enterrado en el Valle de Josafat. Pero estas historias son dudosas. 

La devoción a San José se fundamenta en que este hombre "justo" fue escogido por Dios para ser el esposo de María Santísima y hacer las veces de padre de Jesús en la tierra.  Durante los primeros siglos de la Iglesia la veneración se dirigía principalmente a los mártires. Quizás se veneraba poco a San José para enfatizar la paternidad divina de Jesús. Pero, así todo, los Padres (San Agustín, San Jerónimo y San Juan Crisóstomo, entre otros), ya nos hablan de San José.  Según San Callistus, esta devoción comenzó en el Oriente donde existe desde el siglo IV, relata también que la gran basílica construida en Belén por Santa Elena había un hermoso oratorio dedicado a nuestro santo.

San Pedro Crisólogo: "José fue un hombre perfecto, que posee todo género de virtudes" El nombre de José en hebreo significa "el que va en aumento. "Y así se desarrollaba el carácter de José, crecía "de virtud en virtud" hasta llegar a una excelsa santidad.

En el Occidente, referencias a (Nutritor Domini) San José aparecen  en el siglo IX en martirologios locales y en el 1129 aparece en Bologna la primera iglesia a él dedicada.  Algunos santos del siglo XII comenzaron a popularizar la devoción a San José entre ellos se destacaron San Bernardo, Santo Tomás de Aquino, Santa Gertrudiz y Santa Brígida de Suecia. Según Benito XIV (De Serv. Dei beatif., I, iv, n. 11; xx, n. 17), "La opinión general de los conocedores es que los Padres del Carmelo fueron los primeros en importar del Oriente al Occidente la laudable práctica de ofrecerle pleno culto a San José".

En el siglo XV, merecen particular mención como devotos de San José los santos Vicente Ferrer (m. 1419), Pedro d`Ailli (m. 1420), Bernadino de Siena (m. 1444) y Jehan Gerson (m. 1429).  Finalmente, durante el pontificado de Sixto IV (1471 - 84), San José se introdujo en el calendario Romano en el 19 de Marzo. Desde entonces su devoción ha seguido creciendo en popularidad.  En 1621 Gregorio XV la elevó a fiesta de obligación. Benedicto XIII introdujo a San José en la letanía de los santos en 1726.

San Bernardino de Siena  "... siendo María la dispensadora de las gracias que Dios concede a los hombres, ¿con cuánta profusión no es de creer que enriqueciese de ella a su esposo San José, a quién tanto amaba, y del que era respectivamente amada? " Y así, José crecía en virtud y en amor para su esposa y su Hijo, a quién cargaba en brazos en los principios, luego enseñó su oficio y con quién convivió durante treinta años.

Los franciscanos fueron los primeros en tener la fiesta de los desposorios de La Virgen con San José. Santa Teresa tenía una gran devoción a San José y la afianzó en la reforma carmelita poniéndolo en 1621 como patrono, y en 1689 se les permitió celebrar la fiesta de su Patronato en el tercer domingo de Pascua. Esta fiesta eventualmente se extendió por todo el reino español. La devoción a San José se arraigo entre los obreros durante el siglo XIX.  El crecimiento de popularidad movió a Pío IX, el mismo un gran devoto, a extender a la Iglesia universal la fiesta del Patronato (1847) y en diciembre del 1870 lo declaró Santo Patriarca, patrón de la Iglesia Católica. San Leo XIII y Pío X fueron también devotos de San José. Este últimos aprobó en 1909 una letanía en honor a San José.

Santa Teresa de Jesús   "Tomé por abogado y señor al glorioso San José." Isabel de la Cruz, monja carmelita, comenta sobre Santa Teresa: "era particularmente devota de San José y he oído decir se le apareció muchas veces y andaba a su lado."

"No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado santo...No he conocido persona que de veras le sea devota que no la vea mas aprovechada en virtud, porque aprovecha en gran manera a las almas que a El se encomiendan...Solo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no le creyere y vera por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso patriarca y tenerle devocion..." -Sta. Teresa.

San Alfonso María de Ligorio nos hace reflexionar: "¿Cuánto no es también de creer aumentase la santidad de José el trato familiar que tuvo con Jesucristo en el tiempo que vivieron juntos?" José durante esos treinta años fue el mejor amigo, el compañero de trabajo con quién Jesús conversaba y oraba. José escuchaba las palabras de Vida Eterna de Jesús, observaba su ejemplo de perfecta humildad, de paciencia, y de obediencia, aceptaba siempre la ayuda servicial de Jesús en los quehaceres y responsabilidades diarios. Por todo esto, no podemos dudar que mientras José vivió en la compañía de Jesús, creció tanto en méritos y santificación que aventajó a todos los santos.


 

 

LOS HERMANOS DE JESÚS

Tanto los católicos como los protestantes creemos que Jesús tiene mas hermanos, pero cada uno entiende algo muy diferente por ello. Los católicos profesamos que todos los cristianos somos hermanos de Jesús en virtud de nuestro bautismo. Profesamos al mismo tiempo que Jesús no tuvo hermanos naturales. La Santísima Virgen María fue SIEMPRE VIRGEN. 

Los protestantes (no todos ellos) creen que María Santísima tuvo más hijos naturales. Creen que sólo fue virgen hasta el nacimiento de Jesús y que después tuvo hijos con San José. Se basan en los pasajes de la Biblia que mencionan a los "hermanos" de Jesús:

  • Mateo 12,46 "Todavía estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con él."

  • Marcos 6,3 "¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él".

  • Juan 7,5 "Es que ni siquiera sus hermanos creían en él".

  • Hechos 1,14 "Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos."

  • Corintios 9,5 "¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una mujer cristiana, como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas?"

El uso de la palabra "hermanos"

Para entender los pasajes de arriba es esencial entender el uso de las palabras según la cultura hebrea de los autores del Nuevo Testamento. Tanto el hebreo como el arameo (lenguaje de Jesús y sus discípulos) utilizan la misma palabra para designar a hermanos, a primos y a miembros del mismo clan.

El Nuevo Testamento fue escrito en griego pero sus autores eran de cultura hebrea. La palabra hebrea que significa "hermanos" o "primos" fue traducida al texto original griego de la Biblia como "adelphos". A diferencia del hebreo o el arameo, el griego tiene una palabra específica para primos: "anepsios", pero los traductores del Nuevo Testamento, siendo de cultura hebrea, prefirieron usar "adelphos" para traducir la palabra aramea "hermanos" que, como hemos dicho incluye primos y otras relaciones. Es decir, utilizaron la palabra griega pero en el sentido original del lenguaje de Jesús.

El mismo uso de "adelphos" ocurre en la Septuagésima, la traducción de las Sagradas Escrituras (A.T.) al griego, hecha por los judíos poco antes de la venida de Cristo. Esta traducción es importante porque es la que utilizaron los autores del N.T. para la mayoría de sus referencias al A.T. 

Algunos ejemplos de "hermano" utilizado para designar otras relaciones en el Antiguo Testamento:

  • A Lot se le llama "hermano" de Abraham en Gen. 14,14, pero sabemos por la misma Biblia que era su sobrino (Gen. 11,26-28).

  • A Jacob le llaman "hermano" de Laban quien es en realidad su tío (Gen. 29,15).

  • I Crónicas 23,21-22:  "Hijos de Majlí: Eleazar y Quis. Eleazar murió sin tener hijos; sólo tuvo hijas, a las que los hijos de Quis, sus hermanos, tomaron por mujeres."  -Aquí son son primos los que se casan pero se les llama "hermanos", según la costumbre hebrea.

  • Ver también: 1 Sam. 9,13; 20,32; 2 Sam. 1,26; Amos 1,9.

"Hermanos" no tenían que ser familia cercana.

  • Deuteronomio 23,8: "No tendrás por abominable al idumeo, porque es tu hermano"

  • Los 42 "hermanos" del rey Ocozías que bajaban a saludar a los hijos del mismo rey y de la reina. Cf. II Reyes 10,13-14

  • Nehemías 5,8: "y les dije: «Nosotros hemos rescatado, en la medida de nuestras posibilidades, a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones. ¡Y ahora sois vosotros! vendéis a vuestros hermanos"

  • Jeremías 34,9: "en orden a dejar cada uno a su siervo o esclava hebreos libres dándoles la libertad de suerte que ningún judío fuera siervo de su hermano."

"Hermanos de Jesús" podría referirse -si tuviésemos solo el texto bíblico- a hijos de San José, con una primera esposa si este era viudo. Pero el gran maestro de las Sagradas Escrituras en los primeros siglos (Siglo IV), San Jerónimo, planteó mas bien que se trata de primos, lo cual cabe perfectamente, como hemos visto, dentro del sentido de "hermanos" sostenido por los judíos de la época. San Jerónimo, como los demás padres de la Iglesia, defendió la virginidad perpetua de María Santísima

No existe una sola sugerencia en la Biblia de que la Virgen tuviera otros hijos.
Cuando la Sagrada Familia huye a Egipto, cuando se les pierde el niño en Jerusalén (Lucas 2:41-51), siempre se refiere a un solo hijo. Los de Nazaret, aun cuando hablan de los "hermanos" de Jesús, se refieren a El como "el hijo de María", no como "un hijo de María"(Mc 6,3). Sería este uso de palabras muy extraño si fueran de hecho esos otros "hermanos" hijos de María.

Hay además otras razones culturales que indican que los "hermanos" de Jesús no eran de sangre. Entre los judíos, los hermanos menores no podían aconsejar a los mayores. Por eso cuando en una cita un hermano aconseja al otro se entiende que quien aconseja es el mayor. Sin embargo los "hermanos" de Jesús le aconsejan que se vaya a Judea (Juan 7,3-4). En otra ocasión tratan de llevárselo (Marcos 3,21). Estos hermanos no pueden entonces ser hermanos de sangre ya que Jesús es el primogénito (no tenía hermanos mayores -Cf. Lucas 2,7).

El fraude del "osario de Santiago".
En el año 2002 salió a la luz un osario con la inscripción: «Jacob [Santiago], hijo de José, hermano de Jesús».  Muchos pensaron que este "hallazgo" ponía en duda la doctrina católica sobre la Virginidad perpetua de María. Sin embargo resultó ser un fraude. Así lo determinó el director de Antigüedades de Israel, Shuka Dorfman, quien anunció (junio 18, 2003): «El osario es real. Pero la inscripción es falsa. Lo que significa es que alguien cogió una caja real y labró la escritura en ella, probablemente para darle una importancia religiosa».  Lamentablemente los medio de comunicación que tan ampliamente propagaron el engaño, no hicieron casi nada por rectificarlo.

Veamos lo que ocurrió cuando Jesús moría en la cruz.                                                                                                            Juan 19,26-27  "Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa."

El Evangelio nos da el nombre de cuatro de sus "hermanos" de Jesús: Santiago, José, Simón y Judas. Si fueran sus hermanos de sangre serían hijos de María. ¿Por qué entonces Jesús la entregó a Juan?.

Hilario de Poitiers, Padre de la Iglesia: "Si ellos (los hermanos del Señor) hubiesen sido hijos de María y no aquellos del primer matrimonio de José, ella nunca hubiese sido entregada en el momento de la pasión al apóstol Juan como su madre. (Comentario de Mateo 1,4 - 354 A.D.) 

Hermanos por la gracia
Jesús establece una relación de madre-hijo que no es por naturaleza sino por gracia. Como Juan, todos los bautizados somos hijos de María, ella es nuestra Madre y somos hermanos de Jesús.

En el Apocalipsis vemos, en efecto, quienes son los otros hijos de María.

Apocalipsis 12,17  "Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús."

Es por eso una lástima que algunos cristianos renuncien a la Madre que el mismo Jesús ha dado a los que han de mantenerse fieles en la batalla.

Finalmente. ¿No es cierto que los protestantes, como nosotros, suelen saludarse como "hermanos" y que sus predicadores se dirigen al pueblo con las palabras "queridos hermanos"?. ¿Sería lógico entender que se trata hermanos de sangre?. Entonces, ¿Por qué no utilizar también el buen juicio que Dios nos da para entender las Sagradas Escrituras?. ¿Por qué no aceptar con humildad la sabia interpretación que han tenido los cristianos desde los primeros siglos que es la enseñanza de la Iglesia?. Recemos pues para que los corazones se ablanden y podamos un día vivir todos en paz, como hermanos en Cristo y con nuestra madre, María Santísima.


 
 

INVOCACIÓN A SAN JOSÉ

"San José, guardián de Jesús y casto esposo de María,
tu empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber,
tu mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos.
Protege bondadosamente a los que recurren confiadamente a ti.
Tu conoces sus aspiraciones y sus esperanzas.
Se dirigen a ti porque saben que tu los comprendes y proteges.
Tu también conociste pruebas, cansancio y trabajos.
Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida,
tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría
por el íntimo trato que goza con el Hijo de Dios,
el cual te fue confiado a ti a la vez que a María, su tierna Madre.
Amén." -- Juan XXIII

 BENDITO SEAS SAN JOSÉ

¡Bendito seas San José,
que fuiste testigo de la Gloria de Dios en la tierra.
Bendito sea el Padre Eterno que te escogió.
Bendito sea el Hijo que te amó
y el Espíritu Santo que te santificó.
Bendita sea María que te amó!

ORACIÓN A SAN JOSÉ DEL PAPA LEÓN XIII

Suele rezarse esta oración en los meses de marzo y octubre, al terminar del Santo Rosario.

A Vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación;
y, después de invocar el auxilio de vuestra Santísima Esposa,
solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio.
Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos volváis benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.

Proteged, oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora, defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el Cielo la eterna felicidad. Amén

 MEMORARE A SAN JOSÉ

Acordaos, oh castísima esposo se la Virgen María y amable protector mío San José, que jamás se ha oído decir que ninguno haya invocado vuestra protección e implorado vuestro auxilio sin haber hallado consuelo.

Lleno pues, de confianza en vuestro poder vengo a vuestra presencia y me encomiendo a vos con todo fervor. Ah! No desechéis mis súplicas, oh padre virginal del Redentor, antes bien acogedlas propicio, y dignaos acceder a ellas benignamente.

Amén


Hay dos rosarios dedicados a San José

El primer rosario de San José

Está compuesto por nueve misterios, divididos en tres partes. Cada una de ésta partes está compuesta por una década de cuentas, haciendo un total de 30 cuentas en honor a los 30 años que San José pasó en compañía de Jesús y María. En cada una de las cuentas se reza un Ave María y se termina cada década con un Gloria al Padre.

Los Misterios son los siguientes:

Misterios de la Primera década:
1. La Encarnación
2. La perplejidad de San José (ante el embarazo de la Santísima Virgen)
3. El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo en Belén.

Misterios de la Segunda década:
1. La Presentación del Niño Jesús en el Templo.
2. La Huida a Egipto.
3. El niño Jesús hallado en el templo.

Misterios de la Tercera década:
1. La vida oculta de Jesús en Nazaret.
2. La muerte de San José.
3. La coronación de San José en el cielo.

Al concluir el Rosario de se rezan tres actos de contrición y se le pide a San José que obtenga el perdón y la misericordia.

El segundo rosario de San José

Está dividido en 15 grupos de cuatro cuentas cada uno, de las cuales una es blanca y las otras tres son color púrpura. Las cuentas blancas simbolizan la pureza de San José y las púrpuras su santa piedad. Un misterio del Rosario se considera en cada una de las cuentas blancas (un total de 15) y se rezan dos Ave Marías. En las cuentas color púrpura se reza: "¡Bendito y alabado sean Jesús María y José!"

El Rosario se termina con la siguiente oración:
V. Ruega por nosotros, Oh glorioso San José!
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo!

Oración:
" Oh Dios, quien predestinaste a San José desde toda la eternidad para el servicio de tu eterno Hijo y de su Madre, y le hiciste digno de ser el esposo de esta Virgen bendita y padre adoptivo de tu Hijo: te rogamos que a través de todos los servicios que brindó a Jesús y a María en la tierra, que nos hagas dignos de su intercesión y nos concedas gozar de la alegría de su compañía en el cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Preces a San José
Custodio de los Dos Corazones

San José, padre virginal de Jesús,- Rogad por nosotros.
San José esposo virginal de María,- Rogad...
San José, hombre justo según el corazón de Dios,- Rogad...
San José, custodio fiel de la Madre y del Hijo de Dios,- Rogad...
San José, confidente íntimo de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, -Rogad...
San José, fiel imitador de las virtudes de estos Sagrados Corazones,- Rogad...
San José, modelo de vida oculta y de íntima unión con los Sagrados Corazones de Jesús y de María,     Rogad...
San José, modelo de generosidad para con los Sagrados Corazones de Jesús y de María, -Rogad..
San José, consolado en vuestras pruebas por estos Sagrados Corazones, -Rogad....
San José, que vivisteis en Nazaret en la paz de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, -Rogad...
San José, revestido de autoridad paternal sobre el Sagrado Corazón de Jesucristo, -Rogad...
San José, ardiente en amor hacia los Sagrados Corazones de Jesús y de María, -Rogad...
San José que aprendisteis la dulzura, la humildad y la misericordia en la escuela de estos Sagrados Corazones, - Rogad...
San José, instruido en la vida interior en la escuela de estos Sagrados Corazones, -Rogad...
San José, que participáis en el cielo de las delicias de estos Sagrados Corazones, - Rogad...
San José, que ocupáis en el cielo un lugar cerca de Jesús y de María,- Rogad...
San José, poderoso protector de la Iglesia,- Rogad...
San José, compasivo abogado de la Iglesia,- Rogad...

Adelantad con vuestras súplicas el triunfo de la Iglesia- ¡Oh San José, poderoso con el Corazón de Jesús!
Consolad y proteged a nuestro Soberano Pontífice- ¡Oh San José, poderoso con el Corazón de Jesús!
Cuidad y defended a nuestra amada patria- ¡Oh San José, poderoso con el Corazón de Jesús!
Pedid para nosotros el amor de los Sagrados Corazones- ¡Oh San José, poderoso con el Corazón de Jesús!
Rogad por todas las Familias- ¡Oh San José, poderoso con el Corazón de Jesús!                                                                   Rogad por todas la Congregaciones Religiosas- ¡Oh San José, poderoso con el Corazón de Jesús!
Rogad por los Sacerdotes y los Misioneros- ¡Oh San José, poderoso con el Corazón de Jesús!
Rogad por todos los Apóstoles de los Dos Corazones- ¡Oh San José, poderoso con el Corazón de Jesús!
Rogad por todos los pecadores y los que están en el error- ¡Oh San José, poderoso con el Corazón de Jesús!


Oración

¡Oh Dios, que ofrecéis a San José como modelo de la verdadera devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, y nos lo dais como patrono en medio de las pruebas que afligen al mundo y a la Iglesia! Concedednos por su intercesión la gracia de llegar a ser verdaderos hijos de estos Sagrados Corazones. Os lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

 

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